domingo, 12 de julio de 2015

FÁBULA


¿Dónde queda la dicha?,
preguntaban
los ángeles más jóvenes.

Nadie decía nada.

Posados en la luz
del rosal, preguntaban
los ángeles tenaces.

Los más viejos, callaban.

Iban y venían
de la nube a la rana
y siempre, ángeles tercos,
preguntaban.

Esta tarde el otoño
entró en la casa.
Cerró la puerta. Afuera
quedó sola la esperanza.
Desde el alto baleen
los ángeles miraban
el ir y venir de las
hojas martirizadas.

Los más pequeños, serios,

yA no preguntan nada

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